Para buscar en este blog

Buenos Aires, ciudad educadora

jueves, 4 de noviembre de 2010

martes, 28 de septiembre de 2010

Buenos Aires: de la gran aldea a la ciudad de masas


Los cambios del diseño urbano son correlato de los cambios culturales



Por Julieta Roffo.

Fuente: Diario Clarín. 19-9-2010


Carteles luminosos que invitan al teatro, edificios de alturas vertiginosas, semáforos por doquier, locales de comida rápida. Todo eso detecta el ojo si recorre el paisaje que rodea al Obelisco. Ya es costumbre pero no estaba allí hace unos 70 u 80 años, cuando tampoco estaban el Puente de la Mujer ni los rascacielos que convierten a Puerto Madero en el escenario de un cómic futurista.

Esos cambios en la fisonomía de la ciudad, que sólo pueden apreciarse al contrastar una época ya pasada con la actual, están retratados en el libro Buenos Aires Ayer y Hoy (My Special Book), una investigación que las arquitectas Laura Weber, Carla Levin Rabey y Susan Mesquida –especializadas en patrimonio– realizaron para la Fundación Urbe y Cultura.

Haciendo foco en la zona del Centro, Retiro, Palermo, Belgrano, La Boca, San Telmo y el puerto, el libro recopila fotos de archivo –algunas inéditas– de los años 30 y 40, y las compara con tomas actuales obtenidas desde el mismo lugar y con la misma perspectiva. Así es posible apreciar con precisión los cambios que trajo aparejado el tiempo tanto en la arquitectura como en la cultura: es que los proyectos urbanísticos de una época dan cuenta de fenómenos culturales tan complejos como la visión de futuro de que tiene una sociedad en el momento en que los encara (ver “Ahora...”).

Levin explica uno de los grandes motivos para el cambio en el aspecto de la ciudad: “Si bien en las primeras décadas del siglo XX Buenos Aires ya se adaptaba a la gran circulación de autos y era un lugar con gran densidad de población, a fines de los 50 se incorpora la torre, y durante los 60 y 70 eso modifica el paisaje”, dice, y las fotos le dan la razón.

“El libro quiere obtener el retrato de una Buenos Aires cambiante que hace un correlato de l os cambios en las costumbres y en la cultura de los porteños ”, sostiene Weber. Puerto Madero es un ejemplo de esas modificaciones: una zona que era puramente productiva en momentos del auge del modelo agroexportador, en la actualidad es una zona esparcimiento, donde los porteños van a gozar del aire libre, así como de servicios y vivienda.

La construcción del Obelisco, cuenta Weber, también representó un gran cambio en la forma de ver la ciudad: “Fue el puntapié inicial para construir toda la avenida 9 de Julio; se derrumbaron manzanas enteras para unir el norte y el sur de Buenos Aires, pensando en una circulación masiva”, explica.

Una de las muestras más cabales de las nuevas costumbres en las formas de habitar se da en la zona de la Biblioteca Nacional: “Justo donde está la construcción diseñada por Clorindo Testa, que ahora se retomó para finalizar el proyecto original, estaba la residencia presidencial, allí murió Evita; se trataba de un barrio de grandes mansiones, pero cuando las familias aristocráticas perdieron su nivel adquisitivo y se densificó la población, aparecieron grandes viviendas colectivas y en ese proceso se le dio lugar a la Biblioteca, proyectada décadas antes; ya era otra Buenos Aires”, cuenta Weber.

Buenos Aires Ayer y Hoy no aspira a una visión nostálgica, sino que “invita a reflexionar sobre los cambios y continuidades que, desde lo arquitectónico, retratan a quienes viven en la ciudad”, cuentan sus autoras.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Censo 2010 - Para conocernos mejor...

¿Cuántas computadoras hay?
¿Quiénes saben cómo usarla?
Con estas preguntas, el censo 2010 determinará por primera vez cuál es el grado de alfabetización digital de los argentinos y cuán lejos estamos de ser un país sin brechas tecnológicas.

El próximo 27 de octubre, 650 mil censistas saldrán a recorrer el país para conocer quiénes son y cómo vive cada una de las personas que habitan el territorio argentino que, se estima, serán más de 40 millones. Preguntarán sobre el uso de las computadoras pero también querrán saber cuántas son las parejas del mismo sexo, quiénes son descendientes africanos, cuántas personas componen los pueblos originarios y quiénes tienen algún tipo de discapacidad. Hasta ahora todos estas preguntas habían sido ignoradas década tras década.

Pero el nuevo censo intentará esclarecer estas cuestiones en un momento en que la pieza fundamental de la organización, el Indec, sufre una profunda crisis de credibilidad.

Sus cifras son constantemente cuestionadas desde los ámbitos académicos y la Asociación de Estudios de Población de la Argentina, que dirige Alicia Fernández, una de las demógrafos más prestigiosas del país, sostuvo que el organismo no está en condiciones de realizar el censo.

El artículo 47 de la Constitución Nacional establece la obligatoriedad de realizar un censo de población, familia y vivienda en los años terminados en cero. A pesar de esa obligación, los últimos dos censos se realizaron con demora en 1991 y 2001.

Llevar adelante este censo insumirá 303 millones de pesos y tres años de trabajo —dos para prepararlo y uno más para procesar los datos—. Se movilizarán miles de censistas y todas las fuerzas de seguridad estarán a disposición del operativo. Ese día será feriado nacional, no habrá espectáculos ni comercios. El país entero entrará en una especie de letargo aún mayor que un día de elecciones.

¿Por qué semejante despliegue? Porque resulta imposible diseñar políticas públicas sin esos datos. Tampoco saber cuántos diputados le corresponden a cada provincia. La veracidad de esa información y lo que se haga después con ella excede la necesidad de contar con una radiografía de los argentinos.

Los censos permiten saber cuántas personas viven en un país y en qué condiciones: desde su educación, su vivienda, cómo se conforma su familia, qué acceso a la salud tienen sus integrantes y el grado de fecundidad de las mujeres. Ningún otro tipo de estudio puede mostrar con ese nivel de exactitud a los argentinos ya que son entrevistadas cada una de las personas. Y el único en condiciones —por la complejidad y los recursos que se necesitan— de poder hacerlo es el Estado.

“Toda la valiosísima información que recaban será utilizada durante toda la década siguiente; de ahí la importancia de su planificación adecuada para que los datos sean de alta calidad y confiabilidad”, señala un documento de AEPA.

Desde el Gobierno, en cambio, los organizadores del Censo sostienen que esta nueva versión apuntará a la inclusión de los sectores excluidos. Así, por primera vez se preguntará sobre el uso de computadoras, algo que en 2001 todavía resultaba lejano. Además de determinar cuál es la brecha digital, el objetivo es tener una referencia para el año próximo poder medir el impacto del programa Conectar Igualdad. Con ese plan, el Gobierno busca repartir netbooks a todos los alumnos secundarios pero también abrir una puerta de ingreso a las familias que aún no tienen acceso a esa tecnología.

En 2001, el matrimonio gay también parecía muy lejano. Por eso, por primera vez estas parejas podrán ser reconocidas como tal, estén o no casadas. Hasta ahora, si un jefe de hogar vivía con una persona del mismo sexo, el sistema con el que se procesaban los datos no lo reconocía.

El censo también indagará sobres los afrodescendientes, de quienes no se tiene registros oficiales desde el censo de 1895.

Los pueblos originarios ya habían sido incluidos en el censo 2001, aunque sólo se preguntaba si había alguien en la familia. Esta vez, se preguntará a cada uno de los integrantes si pertenece a algún grupo indígena. Lo mismo ocurre con las personas con discapacidad. El cuestionario indagaba sobre discapacidades en los miembros inferiores pero nada decía sobre los superiores.

La idea del censo es que cada una de las personas que ese día están en la Argentina sean censadas. Los turistas que están de paso, los navegantes en altamar y hasta las parejas sorprendidas en un hotel alojamiento. Todos serán censados en el lugar en el que se encuentren —aunque en el caso de los hoteles, será el conserje quien pase la información al censista—.

El censo es obligatorio y quienes se nieguen a responder pueden ser multados. ¿Pero cómo saber a quién abrir la puerta? En principio, el censista no tiene porque entrar a la casa —los buenos modales corren por cuenta de cada uno— y en los edificios se lo puede recibir en el hall. El censista deberá presentar su DNI y una credencial que recién se conocerá dos días antes de la fecha del censo. Además llevará un morral con el logo oficial. Los censistas irán de a dos, uno por cada vereda, también para su propia protección, mientras que las fuerzas armadas y de seguridad estarán patrullando las calles como ocurre en un día de elección.

Al menos un integrante de la familia que conozca la información de todos deberá esperar al censista. Una vez terminado el cuestionario, se colocará un calco en la puerta y ya no habrá necesidad de permanecer en la casa.

Los primeros resultados estarán el 20 de diciembre. Para los finales habrá que esperar un año más. Sólo entonces, se sabrá cómo rindió examen el Indec.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Ciudad en Movimiento



El objetivo central del Instituto es contribuir al mejoramiento de la movilidad urbana en todas sus formas, realizando o apoyando la ejecución de trabajos, investigaciones, proyectos y acciones de acuerdo a las siguientes prioridades:

-Acceso a la movilidad por parte de personas con necesidades especiales y de mayor vulnerabilidad.

-Mejora de los espacios, la información, la calidad y los tiempos de movilidad.

-Intermodalidad.

-Valorización y difusión de experiencias y conocimientos sobre la “ciudad en movimiento”, sus culturas y valores cívicos, a través de cátedras universitarias, concursos de estudiantes, seminarios nacionales e internacionales, exposiciones, publicación de libros, revistas, folletos, etc.

Innovar, experimentar, actuar

En el IVM, las ideas toman forma y se difunden. Distintas acciones que favorecen las movilidades urbanas de personas en dificultad fueron llevadas a cabo por el Instituto en varias ciudades del mundo: un atlas de transporte público en relieve para no videntes, un taxi a la demanda para los estudiantes, formación para la lectura de planos de ciudades… En cada caso, el Instituto aspira a ocuparse de las necesidades que se presentan en diversos aspectos de la movilidad, asociado a otros actores si es posible, y a proponer y ensayar soluciones innovadoras.

Ciudad, transporte

Las movilidades están más que nunca en el centro de las ciudades y en el funcionamiento urbano: cruces, estaciones, estacionamientos, calles, pasarelas… La concepción y la organización de estos lugares son fundamentales para la calidad de vida de los ciudadanos. Tener en cuenta las distintas velocidades, los usos de los diferentes modos de transporte, según los momentos y los motivos en un espacio común, y promover movilidades sustentables es lo que se plantea en todas las ciudades del mundo.

Aprendizaje, cultura, cortesías

La movilidad es un derecho que depende de los medios técnicos disponibles, pero también es cultura, referencias, códigos… Desplazarse en una ciudad no sólo es “poder” sino también “saber”; descubrir el placer de encontrarse, evitarse y respetarse, de aprovechar los intercambios preservando al mismo tiempo la intimidad. El IVM cruza los enfoques y las culturas en el marco de sus investigaciones y sus acciones en el terreno: es una nueva manera de hacer, que favorece los encuentros entre las personas y sensibiliza la opinión, en particular, gracias a la organización de manifestaciones públicas y a la difusión de informaciones (folletos, sitio Internet, etc.). Estas prácticas buscan estimular la reflexión en torno a las nuevas maneras de desplazarse e inducir a nuestras sociedades a interrogarse sobre el movimiento en la ciudad, abriendo así nuevas perspectivas para encontrar soluciones.

Europa, Asia, América

El IVM ha creado centros de proyectos sobre las movilidades en China y América Latina. En cada una de estas regiones y con la ayuda de colaboradores locales, el Instituto hizo circular la exposición “¡Mueva la arquitectura! ¡” y, en la actualidad, promueve la itinerancia de la muestra “¡La calle es nuestra…de todos! ”, con traducciones al chino, portugués, inglés y español. Asimismo, promueve el intercambios de arquitectura, fotografía, periodismo, la interacción universitaria y trabajos con ciudades sobre cuestiones concretas.

Intercambiar, sensibilizar, difundir

Simultáneamente a estas acciones, el IVM organiza seminarios y foros temáticos, de manera regular, en Francia y otros países. Algunos de los temas abordados fueron: “Lo que está en juego en la investigación en China y en el extranjero”, “Movilidades diaria y exclusión social”, “Hacer la ciudad con los flujos ”, “Comprar o alquilar”. El propósito es crear espacios de debates privilegiados donde se encuentren representantes destacados del ámbito social, científico, cultural, empresario, de la política… En el marco de la Cátedra del IVM, presidida por Jean-Pierre Orfeuil, profesor del Institut Français d´Urbanisme, universitarios de todas las disciplinas y provenientes de diversas países se encuentran periódicamente alrededor de un tema específico. De esos intercambios han surgido numerosas publicaciones.

Diversidad y asociación al servicio del proyecto

El IVM define sus ejes de trabajo con su Consejo Científico y de Orientación, elige sus terrenos de experimentación y de acción, integra a las instituciones que se asocian a su desarrollo y constituye equipos autónomos en torno a jefes de proyectos seleccionados en diferentes medios profesionales. Los criterios de selección del IVM responden a tres exigencias. La pertinencia: la problemática elegida debe tener relación con cuestiones concretas y de actualidad y posibilitar la participación de asociados. La excelencia: los equipos reúnen expertos reconocidos sobre el tema. La diferencia: en sus investigaciones y sus experimentaciones, el Instituto no debe aportar un planteamiento o una innovación específica.

Un think-tank sin tabúes

Otra particularidad del IVM es su Consejo científico y de Orientación. Espacio de reflexión original, fuente de inspiración de los proyectos, es también el garante científico y ético de las acciones que se emprenden. Este think-tank de la ciudad en movimiento agrupa una veintena de personalidades francesas e internacionales, representativas de horizontes profesionales distintos pero con un denominador común: el contacto directo con las realidades de la ciudad. También existen programas de investigación inéditos, acciones de terreno innovadoras, proyectos en los que se mezcla la visión francesa con otras perspectivas, asociaciones público-privadas y equipos pluridisciplinarios. El IVM no cesa de plantearse interrogantes y se compromete, sin tabúes ni barreras, a que la movilidad se convierta en un derecho y el movimiento en un placer.

El IVM en América Latina

Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Venezuela, entre otros países de América Latina, registran hoy un notable crecimiento urbano. Cuatro de las grandes megalópolis mundiales y varias ciudades de varios millones de habitantes expresan los desafíos de una región altamente urbanizada. Brasil, con más de 180 millones de habitantes, está entre los cinco países más poblados del mundo. Las mutaciones se operan en varios niveles: el de las dinámicas de urbanización en sí mismas, el de las prácticas de movilidad urbana y el de los poderes locales y los modos de gestión urbana. La evolución de las metrópolis latinoamericanas se traduce en una transformación de los modos de vida. La innovación, los desafíos sociales y ambientales, instituciones democráticas que buscan fortalecerse, con sus distintas culturas, con sus contrastes y su diversidad, ofrecen un campo de reflexión de gran envergadura.

Promover las movilidades que concilien la calidad de vida urbana con las necesidades imperiosas del desarrollo es parte de este desafío. Con su programa movilidades urbanas en América Latina el Instituto para la Ciudad en Movimiento se propone acompañar la reflexión y la acción sobre las transformaciones urbanas latinoamericanas. Conferencias, investigaciones, debates, concursos de estudiantes e, inclusive, las recorridas de las exposiciones son oportunidades de intercambio entre aquellos que piensan y viven la ciudad. Desde hace varios años se viene realizando un conjunto de actividades en la región y hoy existen varios proyectos en marcha: la exposición “La calle es nuestra...de todos”, “¿Cómo compartir la calle?”, la cátedra latinoamericana sobre la movilidad urbana, la investigación sobre “Las calles de América Latina” y el desarrollo de un nuevo proyecto sobre la información de los sistemas de movilidad para los usuarios no frecuentes. Responsables de proyectos en Río, Bogotá y Santiago de Chile, un centro de proyectos en Buenos Aires, sumados a una red creciente de interlocutores científicos y profesionales en otras ciudades marcan una dinámica de crecimiento del Instituto en América Latina.



Lanzamiento del libro "¡Ganar la calle! Compartir sin dividir"

El lanzamiento oficial del libro y del sitio internet dedicado se hizo el martes 16 de marzo a las 11hs en el MALBA de Buenos Aires.

Festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo


martes, 13 de abril de 2010